
Tras dos años de pandemia, se recuperaba este 2022 la tradicional Marcha a Covadonga, que cubre los 76 kilómetros que separan Gijón de Covadonga.
La marcha se iniciaba el sábado a las 6 de la mañana, con salida en la Puerta Norte de El Grupo, y finalizaba, ese mismo día, sobre las 22h, en Cangas de Onís, con la llegada al completo del grupo que completaba los durísimos 60 kilometros de distancia. Fue una jornada tranquila, en la que el tiempo acompañó en casi todo momento, excepto al medio día, cuando una fuerte tormenta dejaba a los caminantes empapados y los obligaba a parar para buscar atecho.
Al día siguiente, el domingo, con fuerzas renovadas, y con el resto de Grupistas llegando directos desde Gijón, los participantes pudieron disfrutar de una caminata muy agradable. El alcalde de Cangas, José Manuel González, les deseó una buena jornada, mientras actuaba la sección de Coros y danzas del club, para disfrute no solo de los caminantes, pero de todos los curiosos que pasaban la mañana en la plaza de Cangas de Onís.
A la llegada a Covadonga, y con el recibimiento de la gaita y el tambor, tuvo lugar una misa, oficiada en la Basílica por el abad, en la que se procedió a una entrega floral en recuerdo de los socios que ya no nos acompañan. Asimismo, las flores presidieron las plegarias a la Virgen dentro de la cueva, siempre acompañadas de la música del Orfeón y mucha emoción por parte de los asistentes.
Recogemos ahora la intervención del presidente, Antonio Corripio, que trasladó a la Virgen, nuestra patrona, en la Santa Cueva:
Dificilmente habrá un esfuerzo más gratificante que el hoy hemos completado para alcanzar esta gruta, y llegar así ante tus pies, y poder decirte: aquí estamos, un año más, fieles a nuestra tradición, que cumple con esta su vigésimo octava edición.
Aquí hemos llegado la familia grupista, los que llevamos tu nombre cada vez que competimos en una cancha o cada vez que uno de nuestros deportistas se cuelga una medalla al cuello. Llevamos tu nombre cada vez que cualquier de nosotros te ve, “piquiñina y galana”, a la entrada de nuestras instalaciones en la ribera del Piles, sabedores, de que, además, eres la Reina de nuestras montañas.
Este año nos ha costado más que nunca llegar ante ti, dos años más, en concreto, en los que hemos tenido que hacer obligado parón de nuestra tradicional Marcha a Covadonga. Es por eso que, en esta ocasión, y sin querer alárgame, te solicito consientas trasladarte tres peticiones de especial importancia:
- La primera, que nos des salud, para poder seguir honrándote desde el deporte, desde el esfuerzo de querer ser mejores y poder llevar así tu nombre a lo más alto desde la superación.
- La segunda, que te acuerdes de los socios que ya no están entre nosotros; te pedimos paz para ellos y consuelo para sus familias.
- Y por último, la tercera: que la ilusión guíe siempre el camino de nuestros hijos, para que encuentren la misma senda de quienes les precedimos y puedan seguir honrándote con esta ofrenda.
Gracias, Virgen de Covadonga. Gracias, Santina, gracias por habernos permitido volver a cumplir esta tradición contigo un año más. Nos vamos reconfortados y con la promesa de volver a vernos el año que viene.