1926 – Nacimiento del Grupo

La independencia del grupo de cultura covadonga

La sección deportiva del Centro Asturiano de La Habana no gozaba de una aceptación total por parte de los socios adultos, quienes se mostraban reacios a la idea. No obstante, los jóvenes deportistas no se desanimaron y comenzaron a practicar en una finca conocida como «La Huerta», que abarcaba 48 áreas y 24 centiáreas. Durante el paréntesis bélico, tuvieron tiempo para reflexionar y dedicarse a trabajos manuales, convencidos de que eran una excelente forma de ejercicio físico.

Constitución de la Sociedad

Justino De La Cerra y Alejandro Roces, se decidieron a protagonizar el paso hacia adelante para fundar la sociedad desvinculandose del Centro Asturiano. Para ello efectuaron las gestiones obligadas redactando para su aprobación el primer reglamento social en donde se vieron obligados por imperativos de la autoridad gubernativa de la época, a tener que intercalar la denominación Cultura en el nombre de la sociedad, en referencia a la cultura física, y no a la intelectual. El artículo número 1 de los primeros estatutos decía literalmente lo siguiente:

Con el nombre de «Grupo de Cultura Covadonga» se constituye en Gijón, con domicilio social en la calle del Molino número 6, una sociedad cuyo fin es la enseñanza y desarrollo de la Cultura Física, así como la práctica de los distintos deportes: Pelota, Tennis, Náuticos en general, Atletismo, Basket-Ball, Excursiones, Alpinismo, Fotografía, Caza, Pesca, etc.

Artículo nº1, Estatutos del club

Las exigencias al régimen gubernamental del franquismo también obligaron a los fundadores a tener que dejar establecido en dicho reglamento general el siguiente texto:

‘Queda prohibido de orden de la Autoridad y por razones de Orden Público, formen parte de este Grupo, en calidad de socios, aquellos individuos que con posterioridad al 19 de julio de 1936, hubieran actuado de una manera directa o indirecta contra el Glorioso Movimiento Nacional del Ejército Español. Del cumplimiento de la presente disposición responden mancomunadamente y solidariamente todos los miembros de la Junta Directiva’. 

Artículo nº41, Estatutos del club

El reglamento fue firmado en «Gijón, diez de mayo de mil novecientos treinta y ocho. Segundo Año Triunfal». La sociedad quedó así definitivamente constituida y se creó el popular escudo que fue idea del socio fundador Ramón Noguera Delgado que tuvo como base para diseñarlo, la bandera de la ciudad. El autor de la popular insignia grupista se decidió por bordear una bandera blanca movida por el viento con el color rojo, todo ello en referencia a la enseña municipal que representa al pueblo de Gijón. En su interior trazó un círculo de color azul y las letras GCC, del mismo color, que se identifican con los colores del Principado de Asturias. 

Lograda la independencia con el Centro Asturiano, asentado el Grupo como una figura jurídica independiente, y además sostenida por el inestimable apoyo de casi un centenar de socios, los iniciadores encontraron la ayuda del filántropo gijonés Dionisio Cifuentes Suárez que siempre había creído en el proyecto grupista. Este fue el que primero les alquiló, y luego les vendió a un precio irrisorio, la finca en la calle de El Molino cerca de la playa de San Lorenzo en donde hasta 1968 estuvo ubicada la popular sociedad.

Los Fundadores

Los sesenta socios que fundaron oficialmente el Grupo de Cultura Covadonga el 10 de mayo de 1938 fueron los siguientes: 

Justino de la Cerra Lamuño , Alejandro Roces Antuña, Luis Baquero Vázquez, Adolfo Meana Amado, Carlos Estrada Sánchez, Plácido García de la Riera, Joaquín Alonso Díaz, Bienvenido Alegría García, Manuel Noval Hevia, Casiano de Hoyos Ponga, Luis Menéndez Fernández-Carvajal, Germán Martín Escudero, José Varela Hevia, Ramón Noguera Delgado, Benigno Pardo Riestra, Daniel Hevia Fernández, Alfredo Rodríguez Menéndez, Manuel García Rodríguez, Bernardo Sirgo García, Gerardo Suárez Naves, César Calvo García, Severino López Díaz, Mario de la Torre y García-Rendueles, Walter Michael Fluiters, Efrén San Miguel Cobián, Luis Díaz-Faes Menéndez, Alberto Suárez García, Valentín Hernández Belnárdez, Julio Varela Hevia, Emilio Fernández García, Emilio Alemany Bolufer, Julio Sánchez López, Rafael del Canto Fernández, Leopoldo Sánchez del Río, José María Muñiz Fernández, Emilio Tuya García, José Rodríguez Menéndez, Amador Varela Hevia, Angel Pando Perea, Manuel Ferreiró Passuti, Manuel Manso García, Gerardo Fernández Gancedo, Fernando Vigil Acebal, Félix Guisasola y García-Castañón, José García y García-Coronas, Vicente Huici Miranda, Ramón Fernández González, Rufino Fernández Menéndez, Gonzalo del Campo y del Castillo, Quintín Lecumberri González, Enrique Menéndez del Valle, Julio Carlos Gajardo, López Abel Alvarez Menéndez, Julio Bayón Pool, Angel García Fernández, Ramón Fontanellas Bellmunt, Aurelio Rodríguez García, Alfonso Blanco Raspal, Dionisio Cifuentes Suárez, Lucio Esparta e Iturbe.

Constitución de la Primera Junta Directiva

En aquellas primeras gestiones de constitución y puesta en funcionamiento del Grupo los iniciadores de la idea, tras lograr hablar con el propietario de «La Huerta» que había dado las máximas facilidades, convocaron días después una reunión donde concretaron que los fines establecidos eran el fomento y desarrollo de todos los deportes que tuviesen carácter amateur, excepto el fútbol que por aquel entonces estaba considerado profesional. Lo que se pretendía era mejorar la salud de los jóvenes gijoneses bajo el lema olímpico del «mens sana in corpore sano», confiando en que si esto se lograba se conseguiría ‘ahuyentarlos de lugares malsanos o de vicio’. El 26 de setiembre de 1938 se constituyó la primera junta directiva que estuvo presidida por Emilio Alemany Bolufer que manejó un presupuesto inicial fijado en 18.788,25 (dieciocho mil setecientas ochenta y ocho pesetas y veinticinco céntimos) y un ambicioso plan deportivo en donde se preveía poder llegar a tener un total de once secciones, ocho menos de las que en la actualidad funcionan. 

1938 – Primera Junta General

Una vez logrado el arriendo de la finca de la calle de El Molino, y autorizado por el Ayuntamiento y el Gobierno Civil el funcionamiento social, en el mes de mayo de 1938 se procedió a la apertura e inauguración de unos destartalados locales propiedad de Dionisio Cifuentes. Conseguidos todos los requisitos legales y formalizada la sociedad se celebra la primera junta general. Este es el texto de la primera acta de la sociedad: En Gijón, a las veinte horas del día veinte del mes de septiembre de mil novecientos treinta y ocho, se reúnen en el domicilio social los señores socios del Grupo de Cultura Covadonga en junta general extraordinaria. 

En primer lugar se designa mesa directiva, formada por D. Justino Cerra Lamuño, como presidente, y D. Luis Baquero Vázquez, como secretario. 

El señor Cerra declara abierta la sesión y da cuenta de que por el Excmo. señor Gobernador Civil de la Provincia ha sido autorizado el Reglamento del Grupo, procediendo ahora a la constitución definitiva, nombrando la Junta directiva. Continúa diciendo que, para que los señores asistentes puedan cambiar impresiones se suspende la sesión por diez minutos. 

Renovada la sesión, el señor Roces Antuña (Don Alejandro) pide la palabra y concedida ésta dice que unánimemente los señores socios nombran la primera junta directiva que fue presidida por Emilio Alemany

Texto del primer acta de la Sociedad

Los Inicios

En aquellos primeros momentos los socios que tenía el Real Grupo, todos ellos varones, comenzaron pagando 5 pesetas de cuota mensual. En enero de 1942 y por la considerable disminución del poder adquisitivo y del aumento de los gastos, se fijó la cuota mensual en 8 pesetas para los que ya fueran socios, y en 10 pesetas para los de nueva inscripción. Con su organización el Grupo adquirió una evidente importancia y el número de asociados se va incrementando hasta el punto que en el verano de 1939 se alcanzaban los 300 socios inscritos, cifra que siguió creciendo y dándose ya el importante incremento de 525 en el mes de septiembre de 1941. 

Empiezan los Reconocimientos

Pasados algunos años la importancia que marcaba la actividad social gijonesa el Grupo de Cultura Covadonga logró el reconocimiento de todos los estamentos, llegando incluso un alcalde a reconocer que ya se consideraba a la entidad como algo imprescindible en la vida de Gijón. Hasta tal punto estaba enraizada en la ciudad que en una certificación que la alcaldía expidió el 11 de julio de 1945 para amparar un recurso social ante la Delegación Nacional de Deportes se señaló lo siguiente:

‘Considera esta alcaldía que el Grupo de Cultura Covadonga, por todas las razones expresadas y por la loable activa y eficiente labor que desarrolla, es digno de toda clase de ayudas y amparos’

Recurso Ayuntamiento de Gijón ante la Delegación Nacional de Deportes

1949 – Compra de Terrenos

Un tema de gran trascendencia: Compra de Terrenos

La compra de los terrenos sociales fue uno de los temas que más trascendencia originó en el arranque como sociedad del Grupo. En un principio los antiguos terrenos de la calle de El Molino, que lindaban con las calles del Gas (más tarde Menéndez Pelayo) y Ezcurdia, y con unos almacenes que estaban en lo que es hoy la calle Premio Real, fueron conseguidos por los socios fundadores en un arriendo prorrogable y una renta muy asequible, que habían gestionado con Dionisio Cifuentes. 

Con el auge social adquirido en tan solo dos años, la directiva deseaba mejorar las instalaciones y ello daba lugar a que, con el contrato de arrendamiento que tenían firmado, las nuevas construcciones pasasen a su propietario. 

Tras una reunión celebrada en diciembre de 1940 se estudio una propuesta encaminada a lograr del propietario la venta a largo plazo, con un módico interés. Después de tres meses de conversaciones se firmó un contrato de arriendo elevando ligeramente la renta y, otorgando en compensación, una opción de compra que duraba ocho años, o diez, si al término de ocho se abonaban a cuenta del precio establecido de 150.000 pesetas. Si no se hacía uso de ella, quedaba ya el Grupo para lo sucesivo como simple arrendatario, se elevaba la renta a 12.000 pesetas anuales y las construcciones que se tenían proyectadas quedarían en poder del propietario. 

En 1946 se liberó el crédito bancario concertado y se cesó en la ejecución de toda nueva obra o mejora social centrando ahora los esfuerzos en acrecentar los fondos disponibles con la vista puesta en el 1 de mayo de 1949 en que, al vencer la opción de compra se plantearía al Grupo de Cultura Covadonga el dilema de su existencia. 

Todos los gastos los pudieron atender puntualmente y se logró que al llegar la fecha citada, el Grupo pudiera disponer de fondos propios del orden de 75.000 pesetas. Faltaba otra cifra igual para completar las 150.000 pesetas necesarias que deberían entregarse al propietario. Este dinero lo entregaron los socios, recurriendo a una segunda emisión de bonos de 250 pesetas, reembolsables en 20 años por sorteos anuales a partir de 1951, logrando obtener en la suscripción 79.500 pesetas entre 77 socios. Conseguido el dinero para entregar a cuenta, se verificó la entrega al propietario en el plazo escriturado. Solo quedaba vigente el derecho a la compra durante dos años. 

Ante el difícil compromiso, a alguien se le ocurrió pensar que para dejar zanjado el asunto había que recurrir a la benevolencia de Dionisio Cifuentes. En la primera entrevista que mantuvieron con el propietario de «La Huerta» no encontraron mala disposición de una persona que desde un principio mostró su temor porque algún día más o menos lejano, si el Grupo no iba bien económicamente, pudiera acabar cayendo en manos ajenas y especuladoras, que se lucraría de un considerable beneficio que el solo quería otorgar a la joven sociedad deportiva. 

Se hace efectiva la compra de terrenos

Los responsables de la entidad mantenían la misma sintonía de opinión y se plantearon dejar complacido al benefactor, empeñándose ambas partes en que la sociedad deportiva pasase a ser propietaria de la finca por un módico precio, muy inferior al real y que quedara a cubierto de toda futura maquinación. Una asamblea general de socios aprobó el 9 de junio de 1949 la oferta definitiva llevada a cabo. Se abonarán al ya ex-propietario Dionisio Cifuentes, veinte anualidades consecutivas de 13.375 pesetas cada. 

Ante el mencionado temor de Dionisio Cifuentes que tenía miedo a que la finca fuese con el paso de los años elemento especulador de alguien, se dejó plasmada una cláusula en el acuerdo, significando que si la sociedad en un futuro desaparecía por las circunstancias que fuesen, la posterior venta de los terrenos se tendrían que hacer en subasta pública ante un notario de Gijón y en el precio del remate tendrían derecho a quedarse con la finca la Asociación Gijonesa de Caridad y Cocina Económica; a falta de esta, el Asilo de Ancianos Desamparados de Gijón; y a falta de ambas, otra institución local de la misma naturaleza benéfica’. 

El 23 de abril de 1948 la directiva grupista presidida por Mario de la Torre decide nombrar socio de honor vitalicio a Dionisio Cifuentes Suárez y queriendo perpetuar su memoria, le encargan al escultor asturiano Manuel Álvarez Laviada y Alzueta un busto en bronce del filántropo que realiza desinteresadamente, y que tras lucir a la puerta en las viejas instalaciones de la calle de El Molino, se mantiene ahora bien visible en las actuales. 

Casi sin darnos cuenta el Grupo de Cultura Covadonga se incrustó definitivamente en la sociedad gijonesa de aquellos tiempos, que aún no conocía la masiva llegada de personas de otras latitudes que se asentaron en la ciudad debido al desarrollo industrial. Por eso en el ámbito del deporte gijonés, el ahora Real Grupo de Cultura Covadonga tiene la característica popular, amplia y poderosa, que no limita ni sexos, ni edades, ni ninguna condición porque es enorme su generosidad deportiva

1960 – El Grupismo

Comienzo de una tradición

En los inicios de la década de los años 1960 a los socios veteranos Luis Menéndez Meléndez, «Luis Cacao» y a José Alvarez Fernández «Pepe Recoletos« les dio por organizar una comida. Se reunieron en un chigre con varios contemporáneos grupistas que ya eran abuelos, y así quedó, y casi sin proponérselo, constituida la comida anual de los llamados «abuelos» del Grupo Covadonga. 

Aquella primera «frescacha» tuvo una acogida formidable entre los veteranos de los listados sociales, y los organizadores pronto se dieron cuenta que a la llamada no tenían que ir precisamente los que tuviesen nietos, sino aquellos otros aunque no los tuviesen pero que eran contemporáneos. La apertura no se hizo esperar a todo aquel que lo desease y estuviese enmarcado dentro de unas normas de antigüedad social, y así año tras año los definitivamente denominados  «abuelos» se continúan reuniendo en torno a un buen menú y al disfrute de la obligada sobremesa en la que siempre se protagonizaron intervenciones y concesiones de galardones a los que fuesen merecedores de ellas.

Filosofía Grupista

En estas comidas anuales se da cita lo que se suele llamar el  «espíritu grupista«, que es esa filosofía de entender la sociedad que emana en la época de la fundación de la misma, y que fundió en un mismo crisol todas las ideologías y la procedencia de cada uno de los socios, sabiendo todos ellos acreditar que lo que les importaba era practicar deporte, generar diversión sana y que todos estaban formando lo que con el paso del tiempo sería la gran familia actual.

el «real» grupo de cultura covadonga

Con motivo del 50 aniversario de la entidad, en 1988, el Grupo celebra una serie de hitos de importante trascendencia para su historia, como la 3ª Copa Stadium, pero, y sobre todo, y tal y como recoge el libro «El Grupo. 75 años de historia»: «la mayor alegría fue la llegada de la «Carta del Palacio de La Zarzuela» firmada por el Marqués de Mondéjar, jefe de la Casa de S.M. El Rey, en la que se autoriza al Grupo de Cultura Covadonga a usar el título de «REAL». Huelga decir que, de inmediato, la Junta Directiva encarga la actualización del logotipo grupista incorporado la <Corona Real>».

Presidentes del Grupo

Un recorrido por la historia del Grupo Covadonga a través de sus presidentes

A lo largo de los 80 años de historia, hasta el día de hoy, el Club ha tenido 16 presidentes, que en su caso particular han intentado conseguir lo mejor para la entidad, consiguiendo que a día de hoy, el Real Grupo de Cultura Covadonga sea una de las mejores sociedades deportivas de Europa.

1938-1940
Foto de Emilio Alemany Bolufer
Emilio Alemany Bolufer
1940-1947
Foto de Justino de la Cerra Lamuño
Justino de la Cerra Lamuño
1947-1950
Foto de Mariano de la Torre García-Rendueles
Mariano de la Torre García-Rendueles
1950-1953
Foto de Manuel Zorilla de la Granda
Manuel Zorilla de la Granda
1953-1955
Foto de Ceferino Yáñez Larralde
Ceferino Yáñez Larralde
1955-1959
Foto de Juan Palacio Vega
Juan Palacio Vega
1959-1967
Foto de Celso Martínez Corte
Celso Martínez Corte
1967-1972
Foto de Jesús Revuelta Diego
Jesús Revuelta Diego
1972-1976
Foto de Carlos Prieto Hevia
Carlos Prieto Hevia
1976-1980
Foto de Rogelio Llana Blanco
Rogelio Llana Blanco
1980-1983
Foto de Manuel Pinilla Trapote
Manuel Pinilla Trapote
1983-1992
Foto de Luis Ángel Varela Villalobos
Luis Ángel Varela Villalobos
1992-2000
Foto de Juan Manuel Cuesta Fernández
Juan Manuel Cuesta Fernández
2000-2008
Foto de Ángel Cuesta García
Ángel Cuesta García
2008-2016
Foto de Enrique Tamargo Álvarez
Enrique Tamargo Álvarez
2016-2024
Foto de Antonio Corripio Álvarez
Antonio Corripio Álvarez
2024-ACTUALIDAD
Foto de Joaquín Miranda Cortina
Joaquín Miranda Cortina