Lisardo Argüelles: un Grupista Ejemplar
Lisardo Argüelles es, ante todo, historia viva del Real Grupo de Cultura Covadonga. En la actualidad, ostenta el cargo de presidente de la Asociación de Veteranos, un puesto que ejerce con enorme dedicación y cariño hacia la entidad.
Su primer contacto con el Grupo se remonta a 1938, cuando era apenas un niño. Sin embargo, tuvo que esperar a alcanzar la mayoría de edad para cumplir su deseo de hacerse socio. Finalmente, en septiembre de 1954 ingresó en el club, convirtiéndose en un miembro activo e incansable. Hoy, con orgullo, es el socio número 5.
De aquellos primeros años conserva recuerdos entrañables. El Grupo era entonces “una especie de huerta”, con instalaciones humildes, apenas cinco duchas que se calentaban a gas, y un ambiente cercano donde todos compartían la ilusión de crecer juntos. Tras su jornada laboral, Lisardo acudía a diario al club, donde el portalín era punto de encuentro obligado para los de su generación. Esos hábitos forjaron en él un vínculo indestructible con el Grupo, al que siempre ha considerado su “segunda casa”.
A lo largo de más de siete décadas, Lisardo ha sido testigo privilegiado de la transformación del Real Grupo de Cultura Covadonga: la modernización de las instalaciones, el crecimiento de las secciones deportivas y la consolidación de la entidad hasta convertirse en el club amateur más grande de España. Para él, una de sus mayores satisfacciones es comprobar que hoy niños y niñas siguen en el Grupo los mismos pasos que un día dio él.
Su amor por la entidad se resume en una frase que repite con convicción: “Si el Grupo no existiese, habría que inventarlo”. Ese sentimiento de pertenencia y orgullo es el que le ha acompañado siempre y que hoy refuerza desde su papel como presidente de la Asociación de Veteranos.
El nombramiento de Lisardo Argüelles como Grupista Ejemplar supone, en sus propias palabras, “el mayor homenaje que se me podría hacer”. Un reconocimiento que asume con gratitud y emoción, convencido de que el Real Grupo de Cultura Covadonga es, y seguirá siendo, su casa, su historia y su vida.
Francisco Javier Muñiz Muñiz, “Pachu”: Trayectoria Deportiva
Hablar de Francisco Javier Muñiz Muñiz, “Pachu”, es hablar de medio siglo de compromiso con el Real Grupo de Cultura Covadonga y de una vida dedicada al deporte y a las personas. Socio desde 1973, y en la actualidad socio número 1657, comenzó su camino como piragüista, logrando importantes éxitos en la Sección de Piragüismo. Muy pronto, sin embargo, encontraría en la natación su verdadera pasión y el legado que marcaría su trayectoria.
A finales de los años 80 inició su labor como técnico en la Sección de Natación, primero en la enseñanza y, poco después, en la alta competición. Su rigor, cercanía y entusiasmo le llevaron a ser segundo entrenador junto a Jan Bass Stam y posteriormente con Luis Villanueva, consolidando un perfil profesional de entrega y vocación. Tras un periodo en el CN Ciudad de Oviedo, regresó al Grupo para asumir la Coordinación de Escuela y, más tarde, para convertirse en una figura indispensable en la docencia, la formación de jóvenes y la consolidación del equipo máster.
En esta última etapa, su papel ha sido decisivo. Bajo su guía, la natación máster del Grupo alcanzó logros históricos: victorias en campeonatos y copas de Asturias, récords autonómicos y nacionales, y cientos de medallas que han dado prestigio a la entidad. Sin embargo, más allá de los resultados, Pachu construyó un equipo con alma, en el que el compañerismo y la superación personal se valoran tanto como las marcas. Supo tender puentes entre generaciones, acompañando a quienes dejaban la élite hacia la natación máster y demostrando que la pasión por el deporte no entiende de edad.
Su historia, no obstante, trasciende lo deportivo. Pachu es ejemplo de resiliencia y fortaleza. Ni los problemas de salud —dos infartos y una operación de prótesis de cadera— lograron apartarle de lo que más le motiva: entrenar, enseñar y compartir con sus deportistas. Esta misma temporada se implicó en la preparación física del primer equipo, con la ilusión de despedirse en el Campeonato de España. Un tercer infarto, apenas días antes, truncó ese objetivo, pero no le robó la satisfacción de ver a “sus másters” triunfar de nuevo en Gran Canaria.
Hoy, el Real Grupo de Cultura Covadonga reconoce en Pachu mucho más que una brillante trayectoria técnica y deportiva: reconoce un modo de entender la vida basado en la pasión, la entrega y la superación constante. Pachu encarna los valores más nobles del deporte y de nuestra institución. Este reconocimiento a su Trayectoria Deportiva es, además de merecido, un homenaje al corazón, al esfuerzo y al ejemplo de quien ha hecho de la natación y del Grupo su casa y su vida.