
La tradición y el deporte se unieron este fin de semana en la XXI Marcha a Covadonga, como unos de los principales valores de los socios del Grupo. Es la mejor oportunidad de vincular del Club con el Santuario donde se encuentra su patrona, de la cual tomó su nombre hace ya 75 años.
El acierto y el éxito de esta iniciativa quedan perfectamente acreditados con el simple dato de su prolongada trayectoria, que supera las dos décadas. Se ha consolidado plenamente e incluso ha venido cosechando una aceptación creciente con el paso de los años, como se ha demostrado un año más, con cerca de noventa personas que participaron en la marcha.
La mayor parte de los peregrinos recorrieron los casi noventa kilómetros, saliendo el sábado con las primeras horas de luz. Tras la primera jornada de marcha, la más dura de las dos, se dividieron en dos grupos para pasar la noche en el Hotel Puente Romano y Arce Los lagos.
El domingo recorrieron la última parte de la marcha, momento en el que se unieron otro buen número de personas que por diferentes circunstancias no pudieron realizar el camino completo desde Gijón.
Como vienen pasando desde que se celebra esta peregrinación, la llegada al santuario, entrada a la cueva y la ceremonia religiosa en la que se realizó una ofrenda floral a la virgen y actuó el Orfeón del Real Grupo de Cultura Covadonga, fueron los momentos más emotivos de las dos jornadas, que culminaron con la ya habitual comida en el Restaurante Peregrino.
Todos los participantes recibieron un recuerdo conmemorativo de la marcha en el año del 75 aniversario de la entidad. A buen seguro, muchos de los socios que se dieron cita este fin de semana en Covadonga, ya tienen la vista puesta en el próximo año.