“La vida no termina hasta que dejas de respirar; hay que tener metas y mantener la mente ocupada”
En una inspiradora entrevista realizada por la Real Federación Española de Hockey, Rubén Díaz — antiguamente jugador del Real Grupo de Cultura Covadonga (RGCC) — reflexiona sobre su trayectoria, su accidente, y cómo ha sabido reinventarse dentro del mundo del hockey.
De jugador a juez de partido
Rubén consiguió integrarse en el RGCC desde muy joven, tras iniciarse en el hockey a los diez años. Jugó en categorías inferiores, campeonatos autonómicos, y llegó incluso a la preselección española Sub-16.
Cuando rondaba los 23 años, abandonó algo el deporte por motivos de trabajo y familia, pero lo que iba a marcar un antes y un después llegó poco después: un grave problema de espalda le llevó a una intervención quirúrgica, a un periodo en silla de ruedas, y a replantearse su relación con el deporte.

Una nueva perspectiva en el Club
El Club le brindó la oportunidad de formarse como juez de partido, propuesta realizada por Iván Pidal, directivo del RGCC vinculado al hockey asturiano. Rubén no solo aceptó el reto, sino que lo ve como una forma de seguir conectado con el hockey, aportar desde otra posición y poder transmitir su experiencia y valores a las nuevas generaciones.
Dentro del RGCC, tener a alguien como Rubén, que conoce el Club desde dentro, que vivió la experiencia de jugador y ahora ejerce labor institucional ligada al deporte, refuerza la idea de que pertenecer va más allá de competir: es comunidad, formación, acompañamiento.
Rubén Díaz es un ejemplo de superación y compromiso; en el Real Grupo de Cultura Covadonga nos sentimos orgullosos de contar con él entre nuestros grupistas. Además, su presencia inspira a nuestros grupos que entrenan en nuestras pistas, a los veteranos que quizá afrontan nuevos retos, o a quienes en algún momento enfrentan obstáculos. Su testimonio es un ejemplo de que el deporte no solo es físico: es mental y social.