Algo de nervios pero sobre todo mucha emoción, ilusión y ganas de reencontrarse en la piscina con compañeros de otros clubes para disfrutar del deporte que les une. En esta ocasión, la pandemia sigue marcando los procedimientos y hubo de realizarse está jornada en cuatro sedes para poder distribuir a todas las personas participantes respetando los protocolos exigidos.
El Grupo fue una de ellas y pudimos contar con la presencia del C.N. Las Anclas, primer club que nos visita en más de un año. Y aunque las medidas de prevención le quitan normalidad y naturalidad a la liturgia habitual de la competición, más tratándose de niños y niñas, resultó ilusionante este viso de normalidad que arroja luz en un año oscuro.
Así, ambos clubes disfrutamos de una tarde de natación casi como las de antes, en la que los y las participantes demostraron que pese a todas las dificultades, con imaginación, trabajo, esfuerzo y constancia todo se puede superar.
Los resultados, que llegados a este punto eran lo de menos, fueron excelentes.
Los nadadores, las nadadoras, los técnicos y las técnicas de diez.
Y es justo agradecer el trabajo y la disposición del Grupo y sus trabajadores para que todo funcionara a la perfección, al Colegio de Árbitros de la FDNA que se ha volcado desde el inicio de la pandemia con todas las iniciativas que se han llevado a cabo y cómo no, a los papás y a las mamás por su colaboración para que se pudiera celebrar esta jornada.
Esperemos que todo mejore lo antes posible y pueda haber público.
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